martes, 22 de febrero de 2011

DIAGNOSTICO

Los médicos diagnostican la anemia con base en los antecedentes médicos y familiares del paciente, el examen médico y los resultados de pruebas y procedimientos.

Como la anemia no siempre produce síntomas, el médico puede descubrirla al hacer pruebas para otra enfermedad.

El diagnóstico positivo de anemia se define por medio del hemograma al encontrar disminución del valor de la hemoglobina, hematocrito o de los hematíes. Normalmente estos valores son menores en la mujer que en el hombre y se obtienen con el promedio de más o de menos dos desviaciones standard de mediciones efectuadas en poblaciones sanas.

Hematocrito:
Mujeres: 36-48%.
Hombres: 40-52%.

Hemoglobinemia:
Mujeres: 12-16 g%.
Hombres: 13, 5-17, 7 g%.

Hematíes:
Mujeres: 4-5 millones por mm3.
Hombres: 4, 5-6 millones por mm3.
Estos valores deben ser considerados en el contexto clínico del paciente ya que a veces los valores tomados aisladamente, aunque normales, pueden indicar una anemia (por ejemplo un paciente que acostumbra a tener un hematocrito de 49 a 50%, que baja bruscamente a 40%, puede padecer anemia aunque esta cifra sea normal). De la misma forma, un individuo que vive en zonas de grandes alturas es normalmente policitémico o el fumador crónico igualmente así que en ellos un hematocrito "normal" puede significar anemia. Debe considerarse que el hematocrito y la hemoglobinemia relacionan los hematíes con el plasma de modo que si por cualquier motivo aumenta el volumen plasmático (hemodilución) puede encontrarse un hematocrito bajo simulando anemia como sucede en un hipoproteinémico, insuficiente cardíaco, etc. Lo opuesto también puede suceder en un caso de deshidratación en que la contracción del volumen plasmático aumenta artificialmente el que ocupan los hematíes de modo que una anemia con deshidratación tiene posibilidades de tener valores hematimétricos normales.

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